NEUROTRANSMISORES
La
transmisión de señales desde una neurona a otra, a través de la sinapsis se
creía anteriormente que era eléctrica. Synapse es un pequeño espacio o de la
unión entre dos neuronas o una neurona y un músculo. En 1921, se confirmó que
las neuronas se comunican realmente por la liberación de ciertas sustancias
químicas. La comunicación se lleva a cabo a través de un cambio en la
concentración química y estos productos químicos se llaman neurotransmisores.
El crédito para la confirmación de este hecho y también para descubrir el
neurotransmisor, la acetilcolina se le hace al farmacólogo alemán Otto Loewi.
Así pues, son las sustancias químicas las que permiten los impulsos nerviosos o
señales que se transmiten a través de la sinapsis. Existen varios tipos de
neurotransmisores y cada uno de ellos es responsable de algunas funciones
específicas.
Por
lo general, se clasifican en tres categorías: aminoácidos, monoaminas y
péptidos. Los neurotransmisores como el glutamato, aspartato, glicina, serina y
ácido gamma-aminobutírico (GABA) entran en la categoría de los aminoácidos. En
el neurotransmisor dopamina por otra parte, la serotonina, la melatonina, la
epinefrina y la norepinefrina son los neurotransmisores de la monoamina. La
calcitonina, el glucagón, la vasopresina, la oxitocina y la beta-endorfina son
algunos de los péptidos neuroactivos. Hay alrededor de 50 péptidos neuroactivos
hasta ahora, con los nuevos que se descubren regularmente. Aparte de éstos, la
acetilcolina, el óxido nítrico son la adenosina y algunos neurotransmisores.
Cuando
hay un desequilibrio, la sinapsis se distorsiona o rompe y provoca en la
persona
varias dolencias por ejemplo:
·
Depresión
·
Fribromialgia
y fatiga crónica
·
Problemas
de atención, memoria y aprendizaje
·
Demencia
·
Alzheimer
·
Insomnio
·
Ansiedad
·
Agresividad
e irritabilidad
·
Anorexia
y bulimia
·
Déficit
de atención/hiperactividad
·
Trastornos
de conducta
·
Adicciones
·
Sobrepeso
·
Migrañas
·
Síndrome
premenstrual.
Efectos
en la personalidad
Los
neurotransmisores se involucran directamente en el comportamiento humano, ya
que son las bases biológicas de este al comunicarse a través de un lenguaje
articulado, transformar la naturaleza, crear y transmitir formas culturales y
de organización social. Toda la capacidad humana para razonar, para usar
lenguaje, para inventar y ser creativo, para experimentar su mundo desde un
plano estético, para crear una amistad con otro ser humano, y tanto más, es
función de nuestro sistema nervioso específicamente de los neurotransmisores.
El sistema nervioso es el centro de comando para toda la actividad que ocurre
dentro del cuerpo y toda conducta que emite el hombre en repuesta a su medio
ambiente. Sus respuestas emocionales, sus procesos cognoscitivos, todo acto
voluntario (como caminar) e involuntario (como respirar) están dirigidos por el
sistema nervioso.
La
neurotransmisión puede aumentar o disminuir para generar una función o para
responder a los cambios fisiológicos. Muchos trastornos neurológicos y Psiquiátricos
son debidos a un aumento o disminución de la actividad de determinados
neurotransmisores y muchas drogas pueden modificarla.
No
hay pensamientos, sentimientos o recuerdos, cuya realización no implique la
activación de algún área del cerebro. Aunque podamos distinguir los procesos
estrictamente fisiológicos como, por ejemplo, un impulso nervioso, de un
proceso psíquico, como por ejemplo un recuerdo o un sentimiento de tristeza,
nadie parece poner en cuestión que el sistema nervioso central en especial el
cerebro, es el lugar donde ocurren los procesos psíquicos
MELATONINA
La
Melatonina es una sustancia natural producida por la glándula pineal (epífisis)
presente en todas las formas de vida.
La
Melatonina es una molécula "inteligente" con múltiples funciones, que
funciona de modo selectivo, actuando sólo, cuando, y donde es necesario.
La
Melatonina actúa de forma directa en la glándula pineal conservándola eficiente
y preservandola del envejecimiento. La glándula pineal es un minúsculo órgano
situado en la base del cerebro, que se conecta al cerebro y al sistema
neuroendocrino-hormonal y nervioso por medio de una compleja red de conexiones.
Esta
absolutamente probado que la Melatonina mejora la eficiencia del nuestro
sistema inmunitario aumentando nuestras defensas naturales preservándonos de
las enfermedades en general (gripes, resfriados, etc.) y en particular de
aquellas típicas del envejecimiento: cáncer, patologías cardiovasculares y
auto-inmunes.
Efectos
de la melatonina
De
entre las propiedades de la melatonina, la más estudiada es la influencia que
ejerce en el ritmo sueño – vigilia que está íntimamente relacionado con los
ritmos circadianos de los que hablábamos en el anterior apartado. Por esta
facultad, es una sustancia apta para el tratamiento de las alteraciones del
sueño para poder volver a encontrar el equilibrio.
La melatonina suele ser segura si la tomamos vía oral (o de
aplicación externa) y además por un corto plazo. Pero también puede serlo
en tratamientos más largos (máximo dos años) siempre y cuando estemos
controlados por nuestro médico ya que por otro lado, puede provocar efectos
secundarios.
Entre los efectos secundarios que suelen darse al tomar
melatonina podemos enumerar:
·
dolor de cabeza
·
síntomas de depresión por un tiempo corto
·
somnolencia durante el día
·
mareos
·
calambres estomacales e irritabilidad
-Depresión: Puede empeorar los síntomas de la depresión.
Alimentos
que estimulan los neurotransmisores
Alimentos integrales.
Los
alimentos integrales son grandes estimulantes del cerebro, contienen un gran
porcentaje de ácido fólico y vitamina B6, muy importantes para su correcto
desarrollo.
Este
tipo de alimento son muy buenos para potenciar el riego sanguíneo, algo muy
importante para cualquier órgano de nuestro organismo, especialmente el
cerebro.
Nueces
Las
nueces son uno de los grandes alimentos del cerebro. Aportan gran cantidad de
ácidos omega-3, omega-6 y vitaminas B6 y E. También son unas grandes
reguladoras de la serotonina, una sustancia que modifica nuestras emociones y
sentimientos.
El
ácido omega-3 es muy importante para el correcto funcionamiento de este órgano,
siendo muy beneficioso el que podemos encontrar en unas deliciosas nueces.
Anacardos o nueces de la India
Los
anacardos son ricos en magnesio, ayudando a relajar el músculo liso de los
vasos sanguíneos lo que hace que éstos aporten más oxígeno al cerebro a la vez
que ayuda a prevenir los dolores de cabeza y las migrañas.
Almendras
Las
almendras son una fuente de fenilalanina, sustancia que ayuda al cerebro a
producir dopamina, adrenalina y noradrenalina.
En
las almendras también podemos encontrar un gran aliado para mejorar nuestra
memoria o superar estados depresivos.
Nuez del Pecán
El
fruto del árbol Carya illinoinensis y los cacahuetes aportan choline, un
importante nutriente especialmente recomendado para potenciar nuestra memoria y
el desarrollo cerebral en general.
Arándanos
Estas
bayas son grandes potenciadoras de nuestro cerebro, ayudan a preservar su correcto
funcionamiento y ayudan a incrementar la potencia de las señales enviadas por
las neuronas.
Los
arándonos ayudan a prevenir la oxidación que nuestro cerebro va sufriendo con
el paso de la edad, ayudando a reducir los efectos de ciertas enfermedades como
el Alzheimer o la demencia senil.
Fresas
Al
igual que los arándonos, las fresas ayudan a prevenir los efectos negativos que
tiene la edad sobre nuestro centro de mando y mejoran la comunicación interna
de nuestro cerebro.
La mora o zarzamora
Las
moras contienen un nutriente muy beneficioso para nuestra salud mental, la
antocianina o antocianidina, gran ayuda para prevenir la oxidación del cerebro
y combatir la aparición de enfermedades degenerativas del mismo.
Pipas de girasol
Al
igual que las nueces, las pipas de girasol son otro de los grandes amigos de
nuestra masa encefálica. Contienen triptófano el cual es convertido en
serotonina y aporta grandes beneficios, como ya hemos comentado antes.
Adicionalmente
las pipas de girasol aporta tiamina o vitamina B1 que ayuda a incrementar
nuestra memoria y la función cognitiva.
Pipas de calabaza
La
parte más nutritiva de la calabaza y generalmente la parte menos ingerida, las
pipas de calabaza aportan muchos nutrientes, entre ellos: Zinc, vitamina A,
vitamina E y los preciados ácidos Omega-3 y Omega-6.
El
Zinc es importante para nuestro cerebro, mejorando la memoria y agilizando las
tareas mentales en general.
Té verde
Esta
deliciosa bebida aporta catequinas al organismo, las cuales ayudan a luchar
contra la fatiga cerebral, mejoran la memoria y ayudan a relajarnos.
El
té verde ayuda también a luchar contra los desordenes cerebrales y aumenta la
producción de dopamina, una sustancia esencial para nuestro cerebro.
Huevos
A
pesar de ser mundialmente conocidos por ser una fuente de proteínas de gran
calidad, los huevos aportan muchas más sustancias beneficiosas a nuestro
organismo.
También
podemos encontrar choline en los huevos, igual que en la nueces del Pecán, la
cual ayuda a mejorar nuestra memoria. Esta sustancia aumenta el tamaño de
nuestras neuronas lo que refuerza el envío de señales eléctricas.
Los
huevos también aportan luteina y zeaxantina, dos de los mejores antioxidantes
naturales que existen, previniendo el envejecimiento del cerebro.
Aguacates
Los
aguacates son casi tan buenos para el cerebro con los arándanos, aportan grasas
monoinsaturada, buenas para controlar y mantener un buen riego sanguíneo,
esencial para nuestro cerebro.
Tomates
Los
tomates contienen licopeno, otro antioxidante que nos ayuda a mantener joven y
saludable nuestro cerebro a la vez que ayuda a prevenir enfermedades
degenerativas del mismo.
Brócoli
Esta
verdura contiene un gran cantidad de vitamina K, la cual ayuda a mejorar
nuestra función cerebral y las funciones cognitivas.
Col
Lombarda
Aporta
polifeno, un antioxidante para nuestro cerebro, ayuda a prevenir enfermedades
como el Alzheimer.
Berenjenas
Las
berenjenas son muy beneficiosas para nuestra salud, contienen nasunin, una
sustancia que actúa como antioxidante y también mejora la comunicación entre
las células cerebrales y diversas moléculas transmisoras.
Espinacas
Ayudan
a frenar los estragos que va produciendo la edad sobre nuestro cerebro a la vez
que mejoran nuestra capacidad de aprendizaje y las tareas motoras de nuestro
organismo.
Yogur
El
yogur como otros alimentos aporta calcio, el calcio mejora nuestra la función
nerviosa. También contiene tirosina, sustancia que ayuda a la producción de
neurotransmisores: dopamina y noradrenalina.
Chocolate
El
chocolate negro es un potente antioxidante que ayuda a prevenir enfermedades
relacionadas con el avance de la edad en los seres humanos. Contiene numerosas
sustancias estimulantes que aumentan la producción de endorfinas a la vez que
aumentan nuestros niveles de concentración.
El
chocolate con leche mejora nuestro tiempo de reacción y la capacidad de control
y ayuda a incrementar la memoria tanto visual como verbal
Donde
se produce la adrenalina
La
adrenalina se produce en algunas neuronas del sistema nervioso central y en las
células cromafines de la médula suprarrenal. Las glándulas suprarrenales se
hallan en el polo superior de los riñones.
La
adrenalina o epinefrina es una catecolamina (sustancia que actua como
neurotransmisor y/o hormona) protéica sintetizada a partir de la tirosina y de
la fenilalanina en las glándulas suprarrenales (encima del riñón). La
adrenalina tiene muchas funciones tal y como la función vasoconstrictora (hace
que las paredes arteriales se "vean" más " resistentes "),
también regula en cierta parte el nivel de glucosa en sangre, puede dilatar la
pupila para que veamos mejor en momentos de riesgos, etc.
la
secreción al torrente sanguíneo de la adrenalina viene controlado por el efecto
de una hormona denominada "adrenocorticotropa" que manda estímulos
que obligan a la glándula a secretar menos o más cantidad de tal. Situaciones
de riesgos, de estrés, de miedo, etc harán que se libere dicha hormona tropa
que tomará efecto sobre estas glándulas.
También,
como son catecolaminas (como la noradrenalina y la dopamina) se secretan como
neurotransmisores por algunas neuronas del sistema nervioso.
Aunque
la adrenalina puede funcionar como neurotransmisor, su papel en el
funcionamiento del SNC queda en realidad completamente relegado por la acción
de la noradrenalina; si bien utilizamos generalmente el termino adrenérgico.
Esta paradoja se debe a que la potente producción de adrenalina desde la médula
de las glándulas suprarrenales, como consecuencia de la activación simpática,
tiene unas consecuencias generalizadas e iguales que las de la acción de la
noradrenalina liberada por la neurona postsináptica de una vía autónoma.
La noradrenalina es, por tanto, la
catecolamina que se utiliza como neurotransmisor en el sistema nervioso central
(SNC), y podemos decir que la masa más compacta y densa de neuronas adrenérgicas
la constituye el locus ceruleus, el cual está perfectamente identificado en el
tronco cerebral.
Precisamente es desde el locus ceruleus, y
también desde otras áreas noradrenérgicas inferiores como el núcleo del tracto
solitario o los núcleos reticulares laterales, desde donde surgen dos grandes
fascículos de proyección ascendente: el fascículo noradrenérgico dorsal y el
fascículo noradrenérgico ventral. Ambos fascículos tienen una especial
implicación en el nivel de actividad córtico-subcortical precisamente por su
proyección al córtex, al sistema límbico (hipocampo, amígdala y septum) y al
diencéfalo, tálamo e hipotálamo. Asimismo, se proyectan descendentemente a la
formación reticular de la médula, con lo que su principal papel estriba en la regulación
de los niveles de vigilancia y, particularmente, en la actividad mínima de la
vigilia, definiendo claramente los niveles de atención, emoción e
hiperexcitabilidad; por lo que su repercusión conductual es tremendamente
significativa, si bien es cierto que la división simpática del sistema nervioso
autónomo también tiene una especial relevancia.